El electrocardiograma es una de las herramientas más valiosas y accesibles para evaluar la salud del corazón. Este examen, también conocido como ECG o EKG, permite detectar con rapidez alteraciones en la actividad eléctrica del corazón que podrían indicar problemas graves o condiciones silenciosas. Comprender su utilidad y cuándo realizarlo puede marcar la diferencia entre la prevención y la emergencia.
¿Qué es un electrocardiograma?

El electrocardiograma es un examen no invasivo que registra la actividad eléctrica del corazón a través de electrodos colocados en el pecho, brazos y piernas. Estos electrodos captan las señales eléctricas generadas por cada latido, y las traducen en una gráfica que el médico interpreta.
Este procedimiento es indoloro, rápido (dura solo unos minutos), y no requiere preparación especial. Puede realizarse tanto en una consulta médica rutinaria como en una situación de urgencia.
¿Cuándo se recomienda realizar un electrocardiograma?
Como pacientes, es importante saber que el electrocardiograma no es exclusivo para personas con antecedentes cardíacos. Se recomienda realizarlo en los siguientes casos:
- Presencia de síntomas como dolor en el pecho, palpitaciones, mareos o dificultad para respirar.
- Hipertensión arterial mal controlada.
- Antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.
- Evaluación preoperatoria en algunos casos.
- Chequeos preventivos en personas mayores de 40 años, especialmente si hay factores de riesgo como diabetes, obesidad o tabaquismo.
¿Qué puede detectar un electrocardiograma?
Este examen puede revelar múltiples condiciones cardíacas, como:
- Arritmias (latidos irregulares)
- Isquemia o infarto (falta de oxígeno en el corazón)
- Agrandamiento de cavidades cardíacas
- Alteraciones en los niveles de potasio o calcio
- Efectos secundarios de algunos medicamentos sobre el corazón
En muchos casos, el electrocardiograma puede detectar alteraciones antes de que aparezcan síntomas, permitiendo un tratamiento precoz y efectivo.
Beneficios del electrocardiograma como medida preventiva
En cardiología, prevenir es siempre mejor que curar. El electrocardiograma tiene un papel fundamental en el diagnóstico precoz y en el seguimiento de pacientes con condiciones crónicas. Es un examen accesible, económico y ampliamente disponible. Su simplicidad no debe hacer que se subestime su importancia.
Además, puede formar parte de un chequeo cardiovascular integral, junto a la toma de presión arterial, análisis de laboratorio y evaluación médica general.
Conclusión – No subestimes el valor del electrocardiograma
En resumen, el electrocardiograma es una prueba fundamental en el cuidado de la salud cardíaca. Tanto para prevenir como para diagnosticar, este examen puede salvar vidas si se utiliza a tiempo. Si tienes factores de riesgo o síntomas cardíacos, consulta con tu médico. Recuerda: cuidar tu corazón empieza por conocer cómo está funcionando.